Súper Varas frena al Barça
Pasarán muchos años y se seguirá hablando de la actuación de Javi Varas aquella agradable noche de octubre en el Camp Nou. Y es que pocas veces un portero resulta tan determinante en el devenir de un partido. Y quién sabe si de una Liga. El tiempo dirá. Porque es difícil, por no decir imposible, parar más y de forma más acertada que el cancerbero del Sevilla en este sábado que permanecerá por siempre grabado en su memoria. Hasta ahora, Varas era el hombre que había desplazado a Palop de la portería nervionense con brillantes actuaciones, pero desde esta jornada es la estrella que frenó al mejor equipo sobre la tierra con el mundo de testigo.
Pueden parecer exagerados tantos piropos, pero es que el guión del partido se las trae. Varas calentó motores con tres grandes paradas en la primera mitad a sendos disparos de Iniesta, Villa y Messi, pero fue tras el descanso cuando destapó el tarro de las esencias con intervenciones de un mérito indudable que acabaron por desquiciar a los delanteros azulgranas, que veían manos y piernas de Varas por todos lados. Todo ello aderezado con un penalti en el tiempo de prolongación que Messi no rentabilizó al estrellarse por última vez con el héroe del día.
Sería injusto criticar al Barça por el empate de este sábado. En condiciones normales, hubiera ganado el encuentro con cierta comodidad. Cierto es que el Sevilla de Marcelino defendió con orden y corazón durante 90 minutos plenos de fe, pero careció de acierto para hacer algo de daño al contragolpe. De hecho, la mejor ocasión hispalense llegó a los 20 minutos con un potente disparo de Navas que Víctor Valdés desvió a córner en su única intervención reseñable de la noche. El resto fue coser y cantar para la exigua zaga azulgrana, que se bastó para secar a un rival cada vez más timorato conforme pasaban los minutos.
Así las cosas, los jugadores azulgranas se centraron en derribar el muro andaluz, pero el ya mencionado Varas y la falta de puntería de Iniesta, Villa, Messi y compañía acabaron por enterrar las opciones de triunfo de un equipo que difícilmente vivirá una noche más frustrante.
Lo peor de todo, sin duda, fueron los minutos finales, tras la señalización del penalti por el derribo de Fazio a Iniesta. Porque es muy complicado ver a un hombre como Kanouté tan alterado (¿qué le diría Cesc?) y desacertado y porque Fernando Navarro vio otra roja en un encuentro que, en gran medida, fue de guante blanco. Un dato: el Sevilla, que cometió su primera infracción a los 41 minutos, cometió en total ocho faltas y vio ocho amarillas y dos rojas. No parece una ecuación muy razonable.
De todos modos, este domingo nadie hablará de Iturralde. El protagonismo, y más que merecido, es para Javi Varas. Sí, ha nacido una estrella.
Marca.com