Las cosas no cambian en el seno del Tenerife y un gol del renovado Nino le dio el triunfo por la mínima sobre el Zaragoza, con lo que el XL Trofeo Teide se queda en la isla. El encuentro se disputó con la intensidad propia de competición oficial y los tinerfeños no se intimidaron ante un rival de superior categoría, haciendo valer el temprano gol de Nino.
Los tinerfeños ejercían de locales en La Orotava en este Trofeo Teide y lo demostraron desde el principio al plantear un choque de igual a igual y no desentonar frente a un rival que dio un paso atrás en su progresión y encajó su primera derrota de la pretemporada.
Tras unos minutos de tanteo en los que los zaragocistas presionaban muy arriba la salida del balón de los tinerfeños y sin prácticamente ninguna acción clara de peligro, el delantero Nino aprovechó a los doce minutos la falta de tensión de los defensores blanquillos para ganarles la espalda y se quedó sólo ante Toni Doblas al que batió con facilidad.
La ventaja en el marcador no hizo que los hombres de Gonzalo Arconada se mostrasen más conservadores y siguieron tratando de tú a tú a un rival que bajó muchos enteros con respecto al partido que le enfrentó unos días antes al Wigan Athletic.
Un disparo desde lejos de Jorge López y un remate de cabeza de Braulio, con todo a su favor para batir a Aragoneses, fueron las opciones más claras de los hombres de José Aurelio Gay para haberse ido al descanso con el marcador igualado.
Los tinerfeños a punto estuvieron de abrir más hueco en el marcador a los cinco minutos de la reanudación en una acción en la que Ricardo se quedó solo ante Toni Doblas pero su remate se escapó fuera por poco.
Los aragoneses, superados pese a los cambios
Los maños se veían superados por un rival que quería agradar a su afición y no se dejaba intimidar y tuvieron esperar hasta una acción individual del grancanario Braulio para crear peligro ante la portería defendida por Luis García.
Los cambios introducidos por Gay no consiguieron el objetivo de que su equipo se mostrase más incisivo para intentar darle la vuelta al marcador.
El goleador Nino tuvo en sus botas cerrar definitivamente el Trofeo a diez minutos del final en un remate a bocajarro que salvó a la desesperada el portero maño.