El Villarreal se suma a la fiesta de las goleadasEl Villarreal demostró estar a la altura de los grandes clubes del continente al golear al Twente (5-1) en El Madrigal y encarrilar su pase a las semifinales de la Europa League. Los de Garrido fueron fieles a su estilo desde el principio y acabaron poco a poco con un rival que sólo mostró oposición en los primeros minutos.
Tras las goleadas de Madrid y Barcelona en la Liga de Campeones, el Villarreal sigue su progresión a rueda de los dos 'históricos' del fútbol español con una 'manita' a su rival en los cuartos de final de una competición europea. Las estrellas amarillas sacaron todo su repertorio sobre el terreno de juego y alargaron la fiesta en la que lleva inmersa el balompie nacional.
Todo esto ocurrió a pesar de que se habían dado cita dos equipos que saben tratar bien la pelota. Las esperanzas de ver buen fútbol en ambos conjuntos se hicieron realidad durante los primeros minutos debido a que los chicos de Preud'homme buscaron el balón y la meta defendida por Diego López.
Finalmente, todo fue un espejismo, ya que en cuanto los castellonenses desplegaron su juego y las figuras amarillas aparecieron, el cuero no dejó de moverse por el campo holandés y la defensa visitante se tenía que emplear a fondo para achicar balones.
Curiosidades del fútbol, con Rossi, Nilmar, Borja Valero o Cazorla en el campo, fue Marchena el que abrió el marcador. El central cabeceó al fondo de la red un saque de esquina botado por Borja Valero y llevó a la desesperación al conjunto rival. Sin hacer mucho ruido y sin haber conseguido una clara ocasión de gol, el Villarreal se puso por delante en el marcador.
La tranquilidad se instaló en la plantilla local y apareció la circulación rápida del esférico en el centro del campo, las incorporaciones de los laterales al ataque, las recuperaciones de Bruno en la medular, el poderío de la defensa sobre los puntas visitantes y sobre todo, la clase de las estrellas locales.
Cuando un equipo tiene en sus filas a jugadores de talla mundial como Cazorla, Nilmar, Rossi y Borja Valero, el rival poco tiene que hacer si no cuenta en sus filas con futbolistas de primera línea mundial.
En el segundo tanto, apereció la conexión entre Cazorla y Borja. El primero metió un pase en profundidad sobre el segundo y el ex del Mallorca superó con toda la frialdad del mundo al meta rival. No le tembló el pulso al futbolista local.
A la fiesta amarilla se sumó la defensa del Twente. Un saque de banda de Mario lo tocó la zaga rival para que Nilmar aprovechara el error y pusiera el tercero antes del descanso. Con la goleada en el marcador, a los de Garrido sólo les quedó seguir a los suyo y cerrar la faena para viajar a Holanda la próxima semana de turismo.
Tras el descanso, llegaron las obras de arte
Después de la reanudación fue el turno de las obras de arte de la pareja goleadora del Villarreal. Nilmar y Rossi demostraron ser una de las mejores duplas de delanteros de Europa con sus continuas combinaciones, sus repertorios para crear peligro y por encima de todo, por los golazos con los que cerraron la goleada.
Primero fue el turno para el italiano. Tras una contra de su equipo y cuando la defensa rival le cortaba el pase sobre su compañero, sólo tuvo que mirar a la meta rival y colocar el cuero en el mismo sitio donde había fijado su mirada. Su disparo se coló por toda la escuadra de la meta de un Mihaylov que se limitó a presenciar y casi a aplaudir la acción.
Finalmente, Nilmar quiso redondear el resultado con un nuevo tanto. Sin tocar el balón se quitó a los dos marcadores y desde el borde del área, puso el balón en la escuadra donde aún quedaban telarañas.
La fiesta no fue total debido a que en un descuido Janko marcó el gol de la honra para los holandeses y a que Gonzalo tuvo que abandonar el campo en camilla y el estadio en ambulancia como consecuencia de una fractura de peroné que le causó una dura entrada del goleador austríaco.
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