Chicharito y los infalibles 'red devils'El Manchester United, un año más, no faltará a su habitual cita con los cuartos de final de la Liga de Campeones. Dos goles del Chicharito fueron más que suficientes para superar a un pobre Marsella que sólo dio algo de emoción al choque con el gol de Brown en propia puerta. La Liga de Campeones tendrá a uno de sus clásicos en la siguiente fase, por si alguien lo dudaba.
Vistos los antecedentes, no había razón para ello. Con éste, ya van cinco años consecutivos alcanzando los cuartos. Sintomático, cuanto menos, y esclarecedor de la fiabilidad que los de Ferguson ofrecen en este tipo de encuentros. Donde a otros se le encoge el pie y le aumentan las pulsaciones, al United le crece el ego y se siente superior.
Los 'red devils' imprimen al partido el ritmo que quieren: rápido cuando dominan, lento y pausado en el momento de ceder la iniciativa. Así visten al partido del traje que mejor les sienta, y más cuando el rival adolece de carácter y de la agresividad que exige la competición a estas alturas.
Le faltó al equipo de Deschamps durante casi todo el partido, incluidos los primeros minutos, en los que Chicharito se encargo de derribar el muro de incertidumbre, existente por el resultado de ida, con un tanto en posición dudosa. Bastaron cierto oportunismo y velocidad para anticiparse a su marca y llegar al buen pase de Rooney.
Valencia vuelve sumando
Pudo responder rápido el equipo francés pero el desquiciado Gignac se adornó con una fallida vaselina en una definición aparentemente sencilla. Ahí murieron las opciones del Marsella porque, si bien la ventaja fue mínima hasta bien entrada la segunda parte, la sensación de control de los 'red devils' fue abrumadora.
Y eso que los de Ferguson tuvieron que acabar con un lateral derecho improvisado ante las lesiones de O'Shea primero y Rafael después. Precisamente uno que regresaba a Europa después de la suya, el ecuatoriano Valencia, creó la jugada del segundo tanto inglés. Un pase al hueco suyo lo aprovechó Giggs para poner en bandeja al Chicharito la sentencia.
Ni siquiera el gol en propia puerta de Brown alteró a los hombres de hielo. No lo hizo tampoco la tardía entrada de Valbuena en el partido. Eran unos octavos de final de Champions y ahí los de Ferguson no fallan, no se lo plantean y ni siquiera dan opciones a ello. Por algo son un equipo fiable por naturaleza.
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