El jugador ha fichado para las próximas cinco temporadas por el equipo de San Sebastián y se conviertió así en el tercer jugador 'charrúa' en toda la historia del club vasco.
No hay que remontarse mucho para completar la lista de futbolistas de ese país sudamericano porque el acceso al mercado uruguayo se ha producido en las dos últimas temporadas.
El primero fue Sebastián Abreu, quien llegó hace dos cursos de la mano de Juan Manuel Lillo, casi como un favor personal al técnico actual del Almería que lo trajo "tirando de amistad", como declaró en su día el entrenador guipuzcoano.
La llegada al banquillo de Martín Lasarte, uruguayo también, acercaría a San Sebastián, con buen rendimiento, al delantero Carlos Bueno y al preparador físico Pablo Balbi, con un éxito incuestionable tanto de uno como del otro en sus respectivas parcelas.
Ahora, también avalado por Lasarte, aunque con el conocimiento previo y exhaustivo de la dirección técnica, llega Diego Ifrán, lesionado y baja para los próximos meses, pero en el que la Real tiene una gran confianza como valor de futuro, lo que explica la contratación por cinco temporadas.
Si Uruguay se ha caracterizado como país de aporte a las plantillas de la Real en los últimos ejercicios, el mercado sudamericano ha sido recurrente en años precedentes, con los fichajes de los chilenos Claudio Bravo y Mark González, los argentinos Germán Herrera y Víctor López, los brasileños Savio Bortolini y Fabiano Rossato y los colombianos Jonathan Estrada o John Viafara.
Madrid
Efe