Cesc Fàbregas era más un fichaje sentimental y mediático que una necesidad deportiva real. Pep Guardiola, técnico culé, tiene, en su misma posición, a Xavi, Iniesta e incluso a Keita (sin contar con canteranos como Thiago Alcántara o Jonathan Dos Santos). Donde sí existe un déficit es en la nómina de mediocentros defensivos: ahí está Sergio Busquets y poco más. La marcha de Touré Yayá al Manchester City hace que sea prioritario atar un relevo para Busquets. En ese sentido, el futbolista que sonó con mayor fuerza fue Charles Kaboré (Olympique de Marsella). De hecho, el director deportivo de la entidad francesa admitió que el Barça preguntó por su jugador: "Nos llamaron, pero su traspaso es prácticamente imposible: es intransferible nos pongan el dinero que nos pongan".