Kaká empezará mañana el tratamiento de rehabilitación de la rodilla izquierda, que fue sometida el pasado jueves en Amberes a una artroscopia para arreglar el menisco y un ligamento que tenía dañado. El brasileño volvió el viernes a Madrid en vuelo privado y hoy cumplirá su tercer y último día de reposo en casa antes de empezar mañana a trabajar en serio en la articulación ya en Valdebebas.
El doctor Martens (el cirujano que le intervino) le recomendó que esperara hasta mañana para ponerse en manos de los servicios médicos del Madrid y comenzara a realizar los primeros ejercicios. El objetivo era dejar que la rodilla descansase tres días. No obstante, el jugador ya ha dado los primeros indicios de que todo va por buen camino. No sintió dolor en las primeras horas ni inflamación y de momento ha reaccionado a la perfección a suaves pruebas de flexibilidad.
Unas primeras sensaciones que mañana volverá a comprobar ya en manos de los fisioterapeutas en Valdebebas. Kaká empezará una rutina de ejercicios para su rodilla muy básica y especialmente suave siempre bajo estricta supervisión de los servicios médicos para tener la rodilla controlada al ciento por ciento. El brasileño, además, se reencontrará con sus compañeros tras dejar el stage de Los Ángeles el pasado miércoles aunque ha estado en contacto telefónico con algunos después de la operación.
Pepe: "Nadie puede dudar de él"
Kaká, mientras, está siendo arropado por el vestuario blanco. Pepe salió ayer en su defensa durante una entrevista en Cuatro y fue tajante: "Nadie puede dudar de la profesionalidad de Kaká". Incluso cuando le hicieron un cuestionario, en el que tenía que decir la primera palabra que se le ocurriese, al oír el nombre de Kaká el central respondió: "Esperanza". Kaká es uno de los tipos más queridos por sus compañeros y Casillas también le apoyó desde EE UU.