Uruguay 2 - 1 Corea del Sur
LOS GOLES
| 1-0 Luis Suárez Min 8
| 1-1 Lee Chung Yong Min 68
| 2-1 Luis Suárez Min 80
Uruguay se convirtió en el primer cuartofinalista del Mundial de Sudáfrica gracias a Luis Suárez, que hizo los dos goles en la victoria frente a Corea del Sur (2-1), el segundo de ellos un golazo cuando los asiáticos habían empatado y metido el miedo en el cuerpo a los uruguayos. Uruguay alcanza los cuartos de final 40 años después.
LAS CLAVES
-Decidió la pegada. Corea no tuvo menos fútbol que Uruguay, pero sí menos acierto. Sus delanteros no son ni Forlán ni Luis Suárez.
-Corea, al palo. El partido pudo cambiar a los cinco minutos, cuando Park Chu-Young envió un balón al palo.
-Igualdad. Por si alguien lo dudaba, el partido fue bastante parejo. Corea del Sur dio la cara ante una doble campeona del Mundo.
Dice uno de los tópicos del fútbol que la historia pesa y quizá eso explica lo que sucedió en el Uruguay-Corea del Sur. O quizá fue simplemente que Uruguay cuenta con una delantera letal. Quizá lo que pese realmente no sea tanto la historia como los buenos futbolistas, y ahí la ventaja era uruguaya. Porque no tiene tanto que ver con la historia como con la calidad que Luis Suárez pusiera el balón donde lo puso a falta de diez minutos, cuando Corea del Sur había asustado y avivado los fantasmas de los uruguayos, que no alcanzaban los cuartos de final de un Mundial de 1970.
Park Chu-Young, el mejor jugador de Corea, mandó un balón al palo antes del primer gol uruguayo
Si es por puro juego, por fútbol, Corea del Sur probablemente no mereció perder el partido. Tuvo más el balón y durante un buen rato en la segunda parte arrinconó a Uruguay, que se parapetó atrás después del gol de Luis Suárez al octavo minuto de partido. Antes de eso, Park Chu-Young, el mejor jugador de Corea, había mandado el balón al palo tras un maravilloso disparo en una falta directa. Esa acción pudo cambiar un partido que empezó eléctrico. El ida y vuelta terminó con el primer gol de Uruguay. Forlán centró desde la izquierda, los centrales coreanos no acudieron y el portero, Jung Sung-Ryong, se lanzó tarde. El regalo lo aprovechó Luis Suárez para empujar la pelota en el segundo palo.
El partido se le puso a Uruguay como le gusta, porque su propuesta es primero asegurar su portería y después buscar la contraria. Si es con espacios, mejor. Básicamente, Uruguay utiliza a siete jugadores para proteger a Muslera y a tres para atacar, aunque en alguna ocasión aislada alguno de los tres centrocampistas pueda descolgarse. Así, Forlán y Luis Suárez amenazaron durante la primera parte con contras letales. No concretaron ninguna, pero había peligro. Luis Suárez cabeceó flojo un cabezazo relativamente sencillo y el colegiado le birló un mano a mano por un dudoso fuera de juego.
Enfrente, Corea del Sur reaccionó bien al desafío. Asumió la posesión y fue metiendo a Uruguay poco a poco en su área. El acoso tuvo su punto de mayor intensidad al inicio de la segunda parte, casi siempre con Park Chu-Young al mando de las operaciones. El jugador del Mónaco mostró muy buenas maneras y lideró a Corea. Un disparo suyo se fue alto por poco. Uruguay jugaba con fuego y Forlán, Luis Suárez y Cavani andaban ya con dolor de cuello de ver la pelota por el aire. Corea encontró el merecido empate a balón parado. La zaga uruguaya no despejó, Muslera salió a por uvas y Lee Chung Yong metió la cabeza para empatar.
Tras el empate coreano se vivieron los mejores minutos, con los dos equipos buscando el gol
Con el partido empatado se vivieron los mejores minutos. Muslera salvó el segundo dos minutos después y Luis Suárez perdonó otra vez de cabeza, en esta ocasión por picar demasiado el balón. Estaban los dos equipos en busca de la victoria, al fin un partido abierto. Los octavos de final de un Mundial, un choque a vida o muerte. Y la vida se la dio a Uruguay Luis Suárez. Recogió la pelota en la frontal, recortó y puso el balón en el palo contrario. Un golazo en la cita futbolística más importante, por si le faltaba algo para salir del Ajax. Suárez, que se tiró medio partido sin oler la pelota y en un equipo contragolpeador, dejó al menos cinco acciones de peligro y dos goles.
Aún tuvo Corea la ocasión de empatar el partido, pero Lee Dong Gook fue muy inocente ante Muslera. Uruguay ya está en cuartos, donde no estaba desde 1970. Por si a alguno se le había olvidado, es dos veces campeón del Mundo, así que conviene no olvidarse de ellos. Porque sí, la historia pesa.