La situación es tan delicada que la huelga de futbolistas en una amenaza real. Lo que parece seguro es que varios equipos de Segunda B bajarán de categoría al no poder asumir sus deudas y que si no hay convenio, los futbolistas en Ley Concursal pueden perder la mitad de sus salarios.
El problema es que la crisis no sólo ha golpeado al mundo del fútbol. En baloncesto, Estudiantes, Joventut, Menorca, Valladolid y Granada están en suspensión de pagos, y Alicante al borde de la desaparición. En ciclismo, cada vez hay menos pruebas en el calendario profesional, en balonmano la crisis afecta hasta al Ciudad Real y en voleibol sólo hay cinco equipos inscritos.