Raúl se la lía al Valencia

Raúl González se cruzó en el camino del Valencia hacia los cuartos de final de la Champions y equilibró un encuentro (1-1) que hasta el momento de su gol (min.64) había demostrado la superioridad del equipo de Unai Emery sobre el de Felix Magath.

Un gol de Soldado (min.16) expresó en el marcador lo que pasaba abajo. El Valencia no necesitó las bandas para agujerear la blanda defensa alemana. Con Soldado y Aduriz, hoy juntos desde el inicio, flanqueados por el trivote argentino (Banega, Tino Costa y Chori Domínguez), los che merodearon la portería de Neuer hasta el premio de Soldado. Huntelaar, poco antes, había pifiado un remate sólo ante Guaita, avisando de que la defensa del Schalke es tan peligrosa como su delantera, cada una en áreas diferentes.

La eliminatoria, tras lo que se vio en la primera parte, no indicaba el suceso final. El Chori trenzaba, Mathieu y Miguel aprovechaban la ausencia de extremos para sumarse al ataque y Soldado y Aduriz olisqueaban los balones sueltos en busca de su recompensa. Chori y Mathieu combinaron en la izquierda para que el francés sirviera a Soldado, que adelantándose a Neuer hacía el gol. Sin llegar a merecer otro gol antes del descanso -el Schalke, además de la de Huntelaar, también asustó con un remate de Kluge que despejó en un paradón Guaita, nuevamente reivindicativo en la titularidad- el Valencia fue mucho mejor, dejando un aire de superioridad que Mestalla festejó.

Lo que sabe hacer

La segunda parte, sin cambios, comenzó del mismo modo. Dominio del Valencia, sustos del Schalke y tranquilidad en el ambiente, menguante, eso sí. Hasta que Raúl encontró la que buscaba. Un pase de Jurado, al área, lo convirtió el delantero en otra acción para engrandar su leyenda. Hizo lo que sabe. Astuto, se adelantó a David Navarro, confiado. Puso la bota para adelantarse al defensa y ganar ventaja en el área. Remate cruzado, no brillante pero eficaz. Gol. Raúl, en estado puro. Lo que sabe hacer, que no es poco.

Y el Valencia, no lo creía. No salió del asombro en el resto de minutos, poniendo en peligro la eliminatoria, temblando ante la presencia de Raúl en cualquier presión o escorzo alrededor del área. De paso, mostró una debilidad defensiva hasta ese momento no vista y sembró las dudas sobre esa superioridad que había infundido tranquilidad en Mestalla. La eliminatoria sigue abierta gracias, sobre todo, a Raúl, empeñado en que su leyenda no se acabe.

Marca.com