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La ‘Vecchia Signora’ del Calcio pudo más que un Inter errático a la
hora de definir y se llevó (1-0) una edición más del Clásico de Italia.
La Juventus tuvo una y no falló, fue la clave de una batalla incesante,
que hasta el último minuto mantuvo expectantes a los asistentes al
Olímpico de Turín.
La mala racha de la Juventus quedó en el pasado. Con un Clásico todo
se olvida, y una victoria de esta índole borra el pasado negro de las
semanas pasadas. Los ‘Bianconeri’ se defendieron como pudieron y hasta
los postes los ayudaron. No sólo fue Buffon el héroe, también Chiellini y
Barzagli. El muro de las cebras no cayó ante un Inter insistente.
El Inter volvió a caer y se alejó una vez más de la cima. Los de
Leonardo no encontraron la brújula al menos durante 60 minutos. El
equipo lució desconectado por instantes. Se perdió en el campo y dejó
huecos en zonas vitales, lo que les valió ver el gol en contra.
Fue Alessandro Matri el autor del tanto de la Juve, que se adelantó
en el marcador gracias a un cabezazo potente y sin mucho qué hacer para
un Julio César, que simplemente se quedó varado en el límite de su arco,
mal defendido en buena parte por Córdoba, que no cubrió su marca.
El festejo en Turín no cesó. Su equipo ganaba y ante el Inter la
felicidad cuenta por doble. Las sensaciones y el ambiente lucía
diferente en el estadio. La Juventus controlaba el balón y creaba las
acciones, pero lo mejor es que no dejaba suelto a un conjunto lombardo
desesperado y maniatado por sus rivales.
La respuesta, sin embargo, sí llegó por parte de los dirigidos por
Leonardo, que mientras más se acercaba la hora del final, más se
acercaban al arco de Buffon, que relució sus habilidades, volvió a ser
el de antes, que saca los brazos y las piernas por todas partes con tal
de no ceder un gol. El portero de la década lo hizo de nuevo.
Ya fue en los instantes finales cuando Samuel Eto’o se encontró dos
oportunidades para empatar el marcador, en una venció a Buffon, pero no a
los postes, y en la siguiente, algunos minutos después, abanicó en su
disparo y desperdició el mano a mano. Cuando esos errores llegan, ya no
hay equipo que se levante y el Inter cayó en su intento.