El Estadio Jalisco vivió una de las noches más memorables de sus 50
años de vida. Los Zorros del Atlas levantaron en lo alto el trofeo que
conmemora el Aniversario del Coloso de la Calzada Independencia.
Chivas y Atlas se vieron las caras por última vez en el año en un marco
pletórico, para pelear por el título del cuadrangular; al final, la
noche fue rojinegra, ya que los Zorros se proclamaron campeones del
torneo tapatío, ganando por la mínima diferencia.
Una noche fantástica, jamás imaginable, con una ciudad divida, lo que
hubo en el Jalisco simplemente fue lo más parecido a una Final soñada
por toda La Perla Tapatía, dentro del terreno de juego estaban los
equipos más populares de Guadalajara peleando por un mismo objetivo: ser
el mejor equipo tapatío.
El platillo estaba totalmente servido, en la cancha había dos equipos
que venían a jugar un partido de carácter no oficial, pero con el
orgullo de por medio; en la tribuna se notaba el fervor porque arrancara
el Clásico Tapatío.
El árbitro Paúl Delgadillo dio el silbatazo inicial, y fue ahí cuando
explotó el Coloso de la Calzada Independencia que estaba a reventar.
Desde el inicio Atlas y Chivas demostraron que para ambos era importante
el título, y por tal motivo saltaron a la cancha con sus mejores armas.
La primera parte fue de ida y vuelta, con oportunidades de gol para
ambos equipos, sin embargo aún se notó intranquilidad a la hora de
decidir frente al marco, misma que te dan los minutos de partidos.
Chivas tuvo al menos dos opciones para abrir el marcado, pero no las supo aprovechar.
Por su parte, Atlas tuvo la más clara del los primeros 45 minutos, pero
Hebert Alférez se llenó de balón y a la hora de sacar el disparo se le
había terminado el ángulo, por lo cual su tiro salió por un costado. La
primera mitad terminó sin goles.
Para la segunda parte la historia continuó siendo la misma, con dos
equipos lanzados al frente en busca del gol y tras varias llegadas, fue
Atlas quien logró romper el empate al minuto 60, luego de una gran
jugada de Gerardo Flores, quien mandó centro retrasado, el cual remató
Alférez, pero Michel alcanzó a reaccionar y desvió el balón pegando el
poste, donde estaba atento Lucas Ayala para sólo empujar el balón, y
así, hacer reventar miles de gargantas rojinegras ante el 1-0.
El Rebaño buscó por todos lados el empate, y al 73’ el central pitó un
penal favor de Chivas, fue ahí cuando Omar Arellano clavó la última
estaca para matar a los rojiblancos, ya que no aprovechó el tiro desde
los once pasos y lo estrelló en el poste, dejando ahogado el grito del
gol de miles de aficionados al Guadalajara.
Chivas siguió intentando pero simplemente no supo meterla, Medina,
Arellano, y hasta el ‘Cubo’ Torres tuvieron la oportunidad, pero no
pudieron finiquitar. Al final Atlas terminó a su estilo, sufriendo, con
el cuchillo entre los dientes, pero esta vez victorioso.
Lo que no le podía faltar al Clásico era un conato de bronca, al minuto
87’ se armó y salieron expulsados Carlos Costil, Alférez y Patricio
Araujo. Así terminaría todo para Chivas, que finalizó el año 2010 sin
poder vencer al Atlas en ningún partido.
Por su parte, Atlas se lleva un título que significa mucho en lo
anímico, además de cerrar su pretemporada de manera invicta y perfecta
(sin empates ni derrotas), dejando ilusionada a La Fiel de cara al
arranque del torneo Clausura 2011.