MADRID -- El Inter, que meses atrás impactó con la conquista de la Liga y la Copa de Italia y la Liga de Campeones, afronta ahora, dirigido por el español Rafael Benítez, el Mundial de Clubes con la confianza mermada e inmerso en dudas después de sus últimos resultados que le han restado perspectiva en sus aspiraciones.
El cuadro de Benítez, recién llegado a Abu Dhabi y con las sospechas sobre su futuro recientes, afronta el tramo final de su puesta a punto para el torneo a tres días de su debut, el próximo miércoles, contra el Seongnam Ilhwa de la República de Corea, que en cuartos goleó al Al Wahda (4-1).
"Jugadores de esta calidad no pierden su talento de la noche a la mañana", apuntó Rafael Benítez a su llegada. "Tengo cierta experiencia en las grandes competiciones, y he aprendido que la única fórmula que funciona es la de trabajar bien", añadió.
Para Benítez, dada la situación del equipo, lo de menos es el adversario. Está centrado en recuperar la autoestima de su grupo y su confianza para ganar.
"De momento, estoy concentrando en mi equipo y, con eso, ya tengo suficiente trabajo. Como todos los grandes clubes, podemos atravesar momentos difíciles, pero estoy sereno. Sé que tendré mucha más calma y satisfacción en las próximas semanas", aventuró el técnico español.
Cualquier cosa que no sea ganar sería una decepción para los seguidores italianos, que despidieron a su equipo con dos derrotas en la Liga de Campeones -ante el Tottenham y el Werder Bremen- y en la competición local frente el Lazio y el Milan.
Benítez suspira por un título que hace cinco años se le escapó con el Liverpool, cuando perdió ante el Sao Paulo en la final.
"Prefiero pensar en las finales que están por venir más que en las que han pasado. Pero cuando se pierde una, hay que decirse que se ganará la siguiente. No se juegan muchas finales a lo largo de una carrera. Por eso, cuando se tiene la ocasión de redimirse, no hay que dejarla escapar", reconoció el madrileño.
El colombiano Iván Córdoba, por su parte, confió en que llegarán los buenos momentos para su equipo. "Vendrán días mejores", indicó.
"Una Copa Mundial es algo especial. Yo he disputado muchos grandes torneos en mi carrera, pero cuando se accede a un Mundial es como entrar en un sueño", agregó el segundo capitán del Inter.
"En estos casos nunca se sabe si habrá una nueva ocasión de volver; de ahí la presión del resultado. Pero sobre todo hace falta jugar de todo corazón para aprovecharla", recordó el sudamericano.
El zaguero colombiano advirtió que esta competición no da opción a segundas oportunidades. "El primer partido es ya una final. Hay que jugarlo teniendo eso en cuenta. Porque, en caso de perder, se acabó todo. Existe una cierta presión, pero es en esas condiciones cuando los grandes jugadores dan lo mejor de sí mismos", indicó.