El derbi de la marmota para seguir líderEl Real Madrid repitió el guión de tantas ocasiones para apuntarse su 15º triunfo consecutivo en el Santiago Bernabéu y recuperar el liderato que el Barça había ocupado provisionalmente en Palma. Los de Pellegrini se presentaban en el derbi con 34 puntos de ventaja sobre sus vecinos, contando todos sus partidos en casa por victorias y con una sensación de superioridad tremenda sobre los de Quique. Sin embargo, un derbi es un partido especial y podía pasar cualquier cosa.
Y en el comienzo pasó. Reyes adelantó a los rojiblancos en la mejor jugada visitante. Antonio López tocaba un balón desde la banda, Albiol salía precipitado y se tragaba el amago de Tiago, que tocaba fácil para Agüero en la frontal, donde el 'Kun' habilitaba para Reyes, que batía con un disparo ajustado a Casillas. Sorpresa para comenzar.
Los rojiblancos, bien conducidos por Tiago y sin problemas en defensa, donde Quique había prescindido del cuestionado Perea para dejar la banda a Valera y recolocar a Ujfalusi en el centro, vivían unos minutos de tranquilidad inesperados. Aunque arriba Agüero y Forlán permanecían inéditos, los de Quique no sufrían. Xabi Alonso, que empezó fatal, erraba una y otra vez sus desplazamientos en largo. Gago se limitaba a contener y Van der Vaart y Granero no entraban en juego. El canterano, de hecho, hasta fue silbado por el Bernabéu.
Cristiano e Higuaín lo intentaban en solitario y no conseguían meter en problemas a la zaga rival. Pero con el paso de los minutos al Atlético le entró vértigo al triunfo y cada vez se echó más atrás. Craso error porque el Real Madrid le embotelló en su área y en los diez minutos finales pudo empatar el choque.
Primero fue un remate acrobático de Marcelo abajo que se encontró con la mano espectacular de De Gea. Luego Tiago salvó un gol cantado de Higuaín a puerta vacía y prácticamente en el descanso Cristiano echaba fuera un cabezazo solo ante el meta rojiblanco.
El paso por los vestuarios no le sentó bien a los atléticos, que perdieron por lesión a Reyes, igual que poco antes del descanso habían perdido a Valera. Además el cansancio se fue apoderando de algunas piezas claves como Tiago y pronto se vio que el resultado iba a variar sustancialmente.
El Real Madrid se fue a por el partido y en diez minutos le dio la vuelta con un tanto de Xabi Alonso en la línea tras un cabezazo de Albiol a la salida de un córner y un gran pase del propio Xabi al desmarque de Arbeloa, que, tras sentar a Domínguez, ajusticiaba a De Gea. El mediocentro vasco pasó de ser el Doctor Jekyll a Mister Hyde y borró su mala primera parte con esas dos acciones que remontaban el gol inicial de los rojiblancos.
El Atlético se descompuso y un tremendo error de Tiago acabó por sentenciar a su equipo. No se decidió a despejar en la frontal un balón que tenía controlado y acabó dándole un pase con la puntera a Higuaín, que solo ante De Gea ponía el 3-1 que parecía definitivo.
Sin embargo, Xabi Alonso, que había estado un poco descentrado en su intento de forzar la quinta amarilla que le permitiría asegurarse la presencia en el Clásico y que se tuvo que ir al vestuario antes de tiempo por doble amarilla, cometió un absurdo penalti al palmear un córner con la mano que Forlán convirtió en el 3-2 para dar emoción a los minutos finales. Curiosamente Undiano ni siquiera le mostró la clarísima amarilla en esa jugada.
Huérfanos del 'Kun', que no tuvo su día, los rojiblancos tampoco incordiaron mucho a Casillas. De hecho las mejores ocasiones las provocaron los blancos. Higuaín, que hizo un control espectacular y disparó rozando el palo, y Raúl, que no llegó a empujar un centro-chut de Cristiano en boca de gol, acariciaron la sentencia.
Cosas del fútbol, en la última jugada se llevó un sobresalto la parroquia local cuando Forlán disparó dentro del área al lateral de la red a pesar de que tenía a un par de compañeros en mejor situación.
El Real Madrid mantiene así su racha victoriosa, su media goleadora y, lo que es más importante, el liderato. Además, logró forzar las amarillas de Xabi Alonso, que lo intentó todo, y Sergio Ramos, que perdió tiempo para ello, que les hacen perderse el partido de Santander y llegar limpios al Clásico ante el Barcelona.
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