La plantilla racinguista necesitaba una alegría para olvidar el amargo stage en Alemania. Ese dulce llegó el pasado jueves, en Parma. Los verdiblancos, aunque espesos con el balón, mostraron su mejor cara en el aspecto defensivo: seriedad, contundencia y ayudas continuas. Hoy tienen una nueva oportunidad, a partir de las 21:00 horas, de continuar alimentando una fe que parecía perdida. No falta motivación. Es en un escenario de lujo, el Olímpico de Roma, ante un histórico del Calcio: el Lazio.
Portugal tiene como única duda la participación de Francis por una sobrecarga en los isquiotibiales. El concurso del de Barbate depende de cómo se encuentre en el entrenamiento matinal. La única baja confirmada para el técnico burgalés es la de Henrique. El central abandonó el domingo el stage verdiblanco para acudir a la convocatoria de la selección de Brasil. Esta madrugada jugará en Nueva Jersey frente a Estados Unidos.
Juego ofensivo. El partido sirve para continuar corrigiendo uno de los principales problemas mostrados por el equipo: la escasa fluidez con el balón de medio campo hacia adelante. El objetivo es generar más ocasiones y dar sensación de peligro al rival. El Lazio, por su parte, quiere demostrar a su afición que los apuros por salvar la categoría en la pasada Serie A son agua pasada. Zárate y Garrido encabezan el proyecto celeste