Él sabía que algún día le iba a llegar la oportunidad. Esperó pacientemente dirigiendo las juveniles de Bella Vista, Danubio y Nacional. Le tocó ser parte de algo histórico, como conducir a Rocha al título del Apertura en 2005 y disputar la Copa Libertadores del año siguiente con el elenco esteño. Se fue a Ecuador a dirigir Deportivo Quito, volvió a las juveniles de Nacional y luego de ser el orientador en la Liguilla pasada, la institución confió en él para la temporada 2010-2011. Marcó las pautas desde el inicio.

DANIEL ROSA

-¿Cuáles son las sensaciones de ser, ahora sí, el técnico de Nacional?

-Alegría y orgullo, fundamentalmente, porque es un sueño hecho realidad luego de muchos años. Voy a tratar de disfrutarlo.

-¿Le cambia la responsabilidad respecto a la que tuvo en la Liguilla del año pasado?

-En realidad la responsabilidad de dirigir una institución de peso y de renombre internacional como es Nacional siempre es la misma. Hay que ver lo que representa el club para el país y no sólo deportivamente, sino como cultura también. Lo importante en esto es tratar de no cambiar. Debemos ser la misma persona y disfrutarlo, porque estos momentos lindos pasan muy de vez en cuando. Más allá de que estamos trabajando con mucho orden y disciplina, lo importante es que haya buen ambiente en el grupo. Eso para mí es lo fundamental.

-¿Y lo hay?

-Indudablemente. Nosotros fuimos muy claros con los jugadores y les dijimos que el respeto mío termina donde empieza el de ellos y a la inversa. Esa es la condición que este cuerpo técnico hizo primar para este grupo y creo que fue bien aceptada.

-Tiene la ventaja de que a muchos de estos jugadores usted los formó, por lo que conocen su reglas de convivencia.

-Eso es un plus, pero tengo que saber utilizarlo a favor. No sólo lo de los futbolistas formados en Nacional, sino también en el caso de Horacio Peralta, al que yo fiché con 12 años en Danubio. Lo que no se debe perder de vista es que la realidad actual es distinta, porque estos chicos han cambiado, tienen una posición económica diferente, algunos tienen hijos... Lo importante es lo que decía antes, que todos comprendamos que seguimos siendo la misma persona y que hablando claro, como suele ser conmigo, nos vamos a entender. Por eso insisto con que lo fundamental es la existencia de un buen ambiente, por formalidad, porque debemos convivir y tenemos que estar concentrados.

-¿Se considera un técnico de personalidad fuerte como para poder mantener este clima?

-Me considero un técnico y eso significa que tengo que mandar e indudablemente tengo que ser el líder del grupo porque las decisiones pasan por mí, pero para mí todo tiene que tener un argumento en la vida. Por eso me gusta hablarle a los jugadores y que opinen, pero está claro que las decisiones las toma el cuerpo técnico. Se hizo un reglamento interno y no lo elaboré yo solo, sino que también participaron los jugadores referentes del plantel, con más años en el club. Esa es una forma de entendernos, que en definitiva nos hace bien a todos.

-¿Se va a ver algo similar a lo que el equipo mostró en la Liguilla del año pasado, cuando usted lo dirigió?

-El fútbol pasa por las convicciones y la mía es que se debe ser lo más dinámico posible. Queremos un equipo rápido, exigente, que cuando no tenga la pelota la recupere lo más rápido posible y que cuando la tenga la pierda en el mayor tiempo posible. Las buenas decisiones las van a tomar los jugadores en la cancha. Soy un convencido de que los equipos se arman de atrás para adelante y vamos a trabajar así, con un orden que ineludiblemente debe haber, a fin de darle al hincha la posibilidad de disfrutar de ese fútbol en virtud del buen gusto que tiene la gente de Nacional.

-¿Es un año con más presión porque el tradicional rival salió campeón?

-Para mí no, aunque quizá sí para los muchachos que perdieron esas finales ante el tradicional rival. A mí no me gusta perder con nadie, pero se dio esa situación y todos los que estábamos en el club sentimos ese dolor, porque cuando nuestros rivales disfrutan es porque nosotros no lo estamos haciendo y estamos amargados. De eso debemos sacar lo positivo. Debemos asumirlo para sacar la rebeldía que nos permita apuntar, como siempre en Nacional, a superar los escollos más exigentes. La institución tiene la obligación de salir a buscar el Uruguayo y eso lo vamos a comenzar a hacer desde el 14 de agosto.

La Liguilla. "Son cosas diferentes, porque en aquel momento, sin importar lo que pasara, sabía que iba a volver a juveniles, porque mi tiempo iba a ser más adelante".

Ganar. "Es el objetivo y lo más importante, porque ganar nos da prestigio a todos; pero más que por ganar, me gustaría que me recordaran en Nacional por la forma de jugar".

El Apertura con Rocha. "Aquel título se valora más cada año y creo que se va a valorar más todavía a medida que crezcan mis hijos y mis nietos".