Europa rechaza definitivamente el tratado antipiratería ACTA
El pleno del Parlamento Europeo ha rechazado este miércoles por amplísima mayoría el Acuerdo multilateral Comercial contra la Falsificación conocido como ACTA, que han negociado los países industrializados, y del que quedará fuera la Unión Europea.
Socialistas y demócratas (S&D), la Alianza de los Liberales Europeos (ALDE), la Izquierda Unitaria Europea (GUE) y los Verdes y la Alianza Libre Europea (Greens/ALE) han votado en contra. En el Partido Popular Europeo (PPE) ha habido división de voto, pero los votos positivos del partido con más escaños del PE no han sido suficiente para inclinar la balanza.
El acuerdo ACTA pretende luchar contra la piratería en Internet y también contra las falsificaciones de productos comerciales de marca y medicamentos ilegales en internet.
En el debate previo al voto, ya el grueso de los intervinientes se mostraron en contra del acuerdo argumentando que se entromete en los derechos fundamentales de los internautas.
El comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, ha intentado hasta el último minuto variar el sentido del voto de los eurodiputados, que ya habían votado en contra de ratificar el tratado en hasta cinco comisiones parlamentarias distintas. De Gucht defendía ayer mismo que "no hay nada que temer en el acuerdo" pues "ACTA no cambia las leyes europeas y si ahora estas leyes no violan derechos tampoco lo hará el nuevo tratado". "Votar en contra irá en contra de la protección de los derechos de la propiedad intelectual en todo el mundo", añadía el comisario.
El Ejecutivo comunitario presentó el pasado 11 de mayo una petición a los jueces de Luxemburgo para que se pronuncien sobre si el tratado ACTA contra las falsificaciones es conforme a la legislación comunitaria. El PPE ha intentado posponer el voto hasta que el tribunal de Luxemburgo se pronunciara, pero la petición fue rechazada.
Además de la UE y sus 27 estados, también han negociado el texto Estados Unidos, Canadá, México, Suiza, Marruecos, Japón, Corea del Sur, Singapur, Australia y Nueva Zelanda; todos ellos representan la mitad del mercado mundial. Para que el tratado entre en vigor, lo tienen que haber ratificado, al menos, seis países. La UE está representada como bloque y sólo se puede aplicar el acuerdo si es aceptado unánimemente. Además, en ningún caso puede aplicarse en unos Estados miembros sí y en otros no.
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