BUENOS AIRES (DyN) -- En un clásico vibrante de punta a punta, con muchas equivocaciones, pero por sobre todo con alto contenido de emoción, Independiente empezó mejor y terminó mejor y por eso superó este domingo a Boca Juniors en La Bombonera por 5-4.
Después de estar por dos veces con dos goles de ventaja, Independiente decayó, pasó a perder y parecía vencido, pero el implacable Ernesto Farías, con dos apariciones electrizantes, le dio la victoria final.
El equipo que interinamente conduce Christian Díaz había encarado el juego con gran determinación, pareció después sentir el esfuerzo, falló repetidamente en la defensa, pero tuvo una efectividad ideal, ya que aprovechó cada una de las oportunidades que se le presentaron.
A Boca no le alcanzó con la mejor producción de Juan Román Riquelme en lo que va del año, porque fracasó en la contención y, aunque con vigor había dado vuelta el marcador y parecía tener el control del juego, terminó por pagar muy caro las muchas debilidades exhibidas.
A los 37 segundos, Boca defendió muy mal una pelota, Patricio Vidal conectó dentro del área y puso a Independiente en ventaja.
Sin que Boca se pudiera acomodar, a los 6 minutos, Osmar Ferreyra ejecutó un tiro desde la derecha con la pierna izquierda al palo derecho de Agustín Orion, quien reaccionó tarde, y puso el 2-0.
En ese arranque estaba muy claro que Independiente superó a Boca en la actitud para ganar las pelotas divididas, con Patricio Rodríguez muy activo y con Vidal desmarcándose bien, además de los evidentes errores en el fondo local.
Boca estuvo atado en el campo y su primera oportunidad también fue gol, a los 12 minutos, ya que, después de un tiro libre de Riquelme, la pelota le quedó a Rolando Schiavi, quien remató desviado, pero en el camino Facundo Roncaglia de cabeza corrigió y descontó.
A partir de ese tanto, vino el mejor momento del local, con muy buena participación de Riquelme, mientras que Independiente retrocedió demasiado. No dio frutos porque el paraguayo Orlando Gaona Lugo no encontró medida para los centros y el uruguayo Santiago Silva estuvo bien tomado por los marcadores.
A los 32, Ferreyra ejecutó un tiro libre, esta vez desde la izquierda en forma de centro, y Farías en palomita y anticipándose a Matías Caruzzo marcó el tercero para la visita, que convitrió en todas sus llegada de la primera etapa.
Boca perdió precisión con la pelota en ofensiva, pero en el minuto 45 volvió a descontar, y otra vez por un remate pifiado de Juan Sanchez Miño, que Riquelme apareció para corregir y que Ferreyra terminó por introducir en su propio arco.
Boca comenzó la segunda parte como dominador y sobre los 6 minutos llegó el empate, con un tiro libre que Riquelme ejecutó desde la izquierda, peinó Silva, salió mal el arquero Diego Rodríguez y tras un rebote en el poste, Roncaglia la mandó a la red.
Independiente parecía al borde del nocaut y todo era de Boca, que de todas maneras bajó el ritmo. Sin embargo, pasó a ganarlo, con otra jugada que armó Riquelme, con un notable pase para Sánchez Miño, cuyo centro fue cabeceado por Pablo Ledesma para poner el 4-3.
El partido parecía terminado porque no se veía reacción en Independiente, que ni siquiera se aproximaba al área rival.
Sin embargo, a los 44, otro tiro libre de Ferreyra, fundamental en el manejo de la pelota detenida, fue bajado por Eduardo Tuzzio dentro del área y apareció Farías para fijar el empate.
En el quinto minuto del tiempo agregado, uno después de que se perdiera Silva un gol increíble, ante un pelotazo largo de Julián Velázquez, Farías le ganó a Schiavi, quedó frente a Orion y definió tocándosela por arriba poniéndole el broche de oro a un gran partido en lo individual y dándole a Indepediente un triunfo que será difícil de olvidar.